miércoles, 11 de febrero de 2015

Afeitar

La historia del afeitado.
El hombre en la prehistoria se empieza a afeitar en la  Edad de Piedra, cuando descubre que puede decorar su cuerpo de la misma forma que lo hace en las paredes de las cuevas. 
Se encuentran en Dinamarca cuchillas de afeitar extraordinarias, con escenas mitológicas grabadas en la hoja, un mango con forma de cabeza de caballo y una funda de piel.
En el 300 a.c  se populariza en Grecia llevar el pelo muy corto y la cara bien afeitada. Alejandro Magno estaba obsesionado con las caras bien afeitadas. Se abren las primeras barberías en Roma, con barberos traídos de Sicilia. Las cuchillas eran de hierro y se afilaban con agua y una piedra de arenisca. La costumbre de afeitarse en Roma durará hasta tiempos de Adriano, que puso de moda la barba. La costumbre era que los hombres se afeitaran por primera vez con 21 años y se celebrará una fiesta. Sólo los soldados y los aprendices de filósofo estaban exentos de esta costumbre. 

El emperador Adriano pone de moda las barbas en todo el imperio en el 100.Durante la Edad Media, los hombres no se        afeitaban, y llevaban las barbas sin límite de crecimiento. 
1770- El barbero francés Jean-Jacques Perret escribe El arte de afeitarse bien uno mismo, y propone el uso de una afeitadora de seguridad que protege la afilada hoja con unas guardas de madera que evitan que el corte sea demasiado profundo en caso de producirse.
1800- George Bryan Beau Brummell pone de moda en Inglaterra el gentleman de la moda que se afeita varias veces al día.
En 1901 Gillette y el ingeniero William Nickerson llevan a cabo el invento con una hoja afilada por dos de sus lados, la hoja de afeitar que persistirá hasta nuestros días.
En 1921 el coronel Jacob Schick, inventa la maquinilla repetidora, que almacena varias hojas y permite cambiarlas sin tenerlas que tocar.  Y el mismo inventa la afeitadora eléctrica en seco, de hojas oscilantes.
A partir de 1960, las empresas no hacen más que expandirse. Aparecen las maquinillas desechables de plástico, que permiten uno o dos afeitados, y las afeitadoras eléctricas se perfeccionan. También lo hacen los sistemas y las cremas depilatorias, hasta la actualidad, sin grandes novedades en cuanto a los resultados de un buen afeitado.
En las últimos años, las barberías tradicionales han ido desapareciendo de las ciudades    españolas, pero parece que actualmente están viviendo un resurgimiento, hecho totalmente explicable debido a la gran cantidad de servicios ofrecidos actualmente y a una cada vez mayor preocupación por la estética por parte de los hombres.Las nuevas barberías obviamente no son igual que las tradicionales, ahora tienen sistemas mucho más modernos para realizar los afeitados, y obviamente no sólo ofrecen este servicio

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