lunes, 22 de diciembre de 2014

Champú

Champú 

El primer champú fabricado en Alemania.
Cuando los británicos llegaron a la India en 1877, asimilaron las modas locales, y entre estas, la costumbre de aplicar un líquido jabonoso en el cabello para dar un masaje.
De la colonia inglesa dio el salto a la metrópoli, y los peluqueros londinenses comenzaron a elaborar sus propios compuestos, que se fabricaban con jabón negro hervido en agua a la que se añadían cristales de sosa.
El champú, palabra que data de 1762 (derivada del Anglo-Indio champo, que significa masajear o dar masaje )  nació por la necesidad de aliviar la irritación y alergias que producían las sustancias utilizadas para limpiar el cabello hace casi 90 años.
Su origen se le atribuye a un peluquero alemán de fines del siglo XIX que quiso sustituir la ceniza de las chimeneas que la gente utilizaba hasta entonces para limpiar su cabellera.
Luego de varios experimentos, este hombre inventó una mezcla de polvos de jabón solubles en agua que lograban el efecto deseado. Esa sustancia era diferente a laque se utiliza en la actualidad, no formaba espuma porque se desconocían los elementos que provocaban la acción limpiadora que crea las burbujas. 
El producto, tal como lo conocemos hoy, nació en los Estados Unidos a fines de 1920, cuando se le agregaron ingredientes espumógenos. Actualmente, el shampoo consta de dos clases de sustancias: una base limpiadora (sustancias acondicionadoras y fragancias) y extractos activos de origen natural (principalmente obtenidos de plantas). La primera es una mezcla de productos sintéticos con poder limpiador que se combinan con agua, acondicionadores, suavizantes, colorantes y perfume; mientras que los extractos incluyen entre otros ingredientes plantas, flores, esencias naturales y sustancias químicas que demostraron su efectividad en pro de la salud capilar. 

lunes, 8 de diciembre de 2014

Movember

Movember es un llamado a todos los hombres para actuar por su salud.
Contracción en inglés de Moustache bigote y November noviembre, es un evento anual en el que los hombres dejan crecer su bigote durante el mes de noviembre y se organizan encuentros con la intención de concienciar sobre temas de salud del hombre tales como cáncer de próstata,cáncer de testículo, depresión masculina , etc. y recaudar dinero para ayudar en cada país a una o más instituciones dedicadas a luchar contra dichos problemas de la salud masculina.
La organización nació hace once años en Australia y hace ocho en España. Para recaudar fondos para acelerar la investigación de enfermedades que afectan a los hombres como el cáncer de próstata y el de testículos. El pasado año recaudaron en nuestro país unos 170.000 euros.
Fue celebrado por primera vez en Australia en el año 2003 cuando un grupo de jóvenes de Melbourne conocidos como los 30 originales tuvieron la idea de dejar crecer sus bigotes para apoyar a un amigo aquejado de cáncer de próstata. Desde el año 2004, la Fundación Movember comenzó a recolectar fondos para destinarlos a la lucha contra el cáncer de próstata en Australia.
Movember está repartido por 21 países y ha recaudado, en 11 años, unos 400 millones de euros que se han invertido en casi 800 investigaciones de la salud masculina.

martes, 2 de diciembre de 2014

LOS POSTES DE RAYAS DE LAS BARBERÍA

Tipico poste de barberia.
La historia de LOS POSTES DE RAYAS DE LAS BARBERÍA

Te has preguntado por el significado de esos cilindro de rayas rojas o azules que giran en algunas peluquerías?

Los barberos, aparte del afeitando propio de los barberos han ejercido una gran diversificación en su trabajo a lo largo de la historia. De hecho, también se les llamaba “matasanos”, pues hacían de cirujanos y sacamuelas para las gentes pobres que no podían procurarse un buen médico.

Desde el siglo XIII se sabe que los barberos efectuaban las muy socorridas “sangrías”, que se suponían eran buenas para todo, desde para los callos hasta para curar el mal de amores. Para ello hacían agarrar a los clientes un palo para facilitar que la sangre fluyera, cortando una vena del brazo y dejando brotar la sangre, que caía serpenteando por el palo hasta un recipiente o “sangradera”.